Feliz Cumpleaños Inés Sau...... de parte de todos, han venido los abuelos, el tío Miguel, los tíos Roberto y Sara, los primos, la tía María, la Tía Carmen y el Tío Nino, han llamado amigos, familia, los papás de L* y E*... todo el mundo deseándote un feliz cumple y que seas muy feliz. Ha acabado tan agotada de jugar con los regalos que ha caído como un leño y los papás esperamos que seas buena y esta noche nos dejes dormir un poquito....

Soy Inés de nuevo

Hola a todos, como siempre es mamá la que escribe pero yo le dicto. Os dejé cuando llegamos a Madrid, y desde entonces he estado muy ocupada y no he podido escribir.

La vida se ha vuelto muy divertida, he tenido muchas visitas, el otro día estuvimos en el pueblo de mamá, y me han puesto una cuna muy chula en casa del abuelo, allí vinieron a verme, tíos, primos, amigos, tantos que he perdido la cuenta, y mi mamá me dice que falta todavía mucha familia por conocer... pero digo yo ¿cuantos son?, deben ser tropecientos. Me trajeron regalitos. Tambien estuve en el pueblo de mi papá y vinieron tíos, primos, con muchos regalos también.

Mi papa se va por las mañanas y vuelve muy tarde, dice que va a trabajar, y yo le echo de menos, pero me quedo con mi mamá, que es muy guay, no la dejo hacer nada, protesto a mas protestar cuando me pone en el parque e intenta planchar, hoy ha planchado dos camisetas y un pantalón de un montón enorme que había y he dicho "BASTA...." de forma enérgica, así que me ha dejado en el carrito, y me lleva por toda la casa haciendo las camas, barriendo, es muy diver porque me da juguetes y me lo paso de lo lindo tirándolos y haciendo que mamá los recoja, así me los da y me da un besito para que sea buena... je, je, buena pieza, pienso yo.

Mi mamá mira con cierta tristeza un mueble de cajones donde está guardado ahora su taller y sé que piensa que cuando podrá hacer unos pendientes o un colgante o algo.... de las cosas tan bonitas que tiene y que a mí me gusta romper.

Después me pone guapa y salimos a la calle, en la calle hace frío, pero no me gusta ponerme el abrigo porque me está un poco grande y no puedo sacar las manos, tampoco me veo los piés porque a veces me los encierran en un saco, y eso no me gusta nadita.

Hoy mi mamá me ha dicho que están en camino mas niños de Vietnam y me he puesto muy contenta porque tendré mas colegas y amiguitos, aunque puede que a algunos de ellos ya les conozca porque vivíamos juntos en Hai Duong.

Después como el puré, que me encanta y la siesta y la fruta que también me gusta mucho, vamos a lo mas diver de todo.... EL PARQUE y el columpio, además hay muchos niños y me lo paso en grande viéndolos, tambien por la tarde tengo visitas, el abuelo Antonio viene casi todos los días, la abuela Manoli y el abuelo Jesús tambien vienen, la tía María, que me gustan mucho sus collares... tambien me llama por teléfono el Tio Miguel, desde muy lejos y el tío Roberto y la Tia Sara, mis primos...

Cuando llega papá, hay juegos, bibi, umhhh, bañito... y a dormir. y eso es todo....

hasta pronto.

Un día con Inés

El día con Inés empieza tempranito, a las 8, ya sea lunes, sábado, o domingo, suele estar despejada y pidiendo juegos, algún día que se le han pegado las sábanas todo ha estado tan trastocado que es mejor que madrugue, a pesar que a los papás los fines de semana nos gustaría dormir mas.

Por la mañana intento intercalar momentos de juego con el carrito, porque se cansa, pero es la única forma de hacer las cosas de casa, luego está el momento aseo-vestirse que no la gusta nada y nos peleamos para ponerla la chaqueta o el abrigo, porque tampoco la gusta mucho. Salimos a pasear por el barrio, a hacer recados, en muchas tiendas la conocen y la llaman por su nombre.

Ella desde su carrito lo observa todo, muy seriecita, cuando estamos paradas en un semáforo, sigue los coches pasar como si estuviese en las carreras, y su postura en el carrito, es echada para delante con las manos extendidas, y cotilleando todo y a todos, mi hermano la llama Super Inés.

Cuando subimos a casa, le doy su comida y esto es un número, se tira a la cuchara, eso sí cuando dice que ya no quiere mas, es de ideas claras, no hay forma de darle nada más.

Luego nos volvemos a pelear para que duerma la siesta, en la cual, levanta de vez en cuando la cabeza para ver si está alguien cuidando de ella, y hay que decirle "a dormir, Inés", unas cuantas veces y rezar para que coja el sueño otra vez, porque es el único rato de tranquilidad.

Luego paseo, parque, columpio, y ver a todos los niños que se acercan a verla y decirle cosas.. Después baño, que por fin le gusta, su bibi sagrado de las 8 de la tarde y nueva pelea para que se duerma, porque da cincuenta vueltas antes de dormirse, y parece una prisionera en su cunita, cuando aporrea los barrotes o se pone de pie con carita de pena y lágrimas de cocodrilo.

Me da mucha pena que esto vaya a durar tan poco y nos haya cogido el principio del invierno, porque dentro de poco hará frío, y los días son cada vez mas cortos.. y tendré que empezar a currar en nada. También estamos buscando guarde.

Desde aquí mi protesta a la Comunidad de Madrid ya que al no permite que pidamos para este año la beca de guardería y que no podamos ni siquiera estar en lista de espera para guardes públicas. Luego nos cuentan zarandajas en el IMMF, y ni siquiera tienen en cuenta que un niño adoptado puede llegar en cualquier momento, ya sean los plazos de las convocatorias de becas las que sean.

Y dicho este momento-protesta, me voy a dormir

Como la vida misma

Hoy es el primer día de Mamá e Inés solitas, a Papá se le ha acabado la baja de paternidad y ha vuelto al curro, hoy con mucha penita de dejarnos a las dos.

Aviso que a partir de este momento, empieza el tema escatólogico, por si no quereis seguir leyendo.

El principal inconveniente de estar a solas con Inés es el momento caca, o dicho de otra forma el momento M. (ya sabeis a lo que me refiero), por que las M. de Inés son señoras M. , ahora que hemos conseguido que se regule lo del tránsito intestinal. Ha sido la primera vez que he cambiado a Inés sin echar todo lo que hubiera comido en dos días. Todo un logro, ya que tengo que confesar, que aunque me encantan los niños, si algún infante de mi alrededor había la sospecha de que se hubiese cagado, yo soy especialista en hacer mutis por el foro, o sea, salir pitando no fuese que alguien me dijera que si quería ver como se cambiaba al niño.

Así que armada con pañuelo previamente impregnado en colonia, bolsa de plástico para meter la M., y abriendo la ventana de la habitación posteriormente, he sido capaz de cambiar dos veces ya a la preciosidad esta que me mira ahora escribir con sus ojitos azabache, y que intenta tambien aporrear al teclado para escribir ella su aportación a la causa.

Eso sí, después de intentar darle juguetes, cantarle, hacer mil historias para que Inés no llorase mientras la cambiamos, resulta que con una simple toallita húmeda que cogió ella misma, se entretiene y no llora. LLevamos casi un mes de lloros inconsolables que se han arreglado CON UNA TOALLITA...... no me lo puedo creer.

Inés y su carácter

La falta de tiempo hace que ya no pueda escribir tanto en el blog como quisiera, cuando Inés se duerme, yo voy detrás, y estoy durmiendo a unas horas como las 9 de la noche, lo que en mi vida, y sin embargo, no puedo estar mas cansada.

Pero es un cansancio diferente, incluso hoy que llevamos dos nochecitas complicadas ya que le ha dado reacción a una de las vacunas y esta muy quejosa, todo le molesta y no sabe que hacer con ella misma, es una sensación distinta de otro cansancio, todo lo que haces o intentas hacer es por ella, para intentar hacer que esté a gusto, y feliz.

Ya empieza a mostrar su carácter, a decir lo que le gusta o no, cuando decide que no quiere mas puré, la cuchara puede volar en cualquier dirección, y el bol también sigue el mismo camino, así que no es raro que mamá tenga "cosas verdes" en el pelo, y por todos lados se encuentran pegotones de puré.

También es muy satisfactorio ver como va avanzando cada día, se pone de pie casi sin ayuda, y se mantiene solita, solo hay que tenerle la mano en el culete para darle sensación de seguridad. Va explorando la casa a rastras, con el riesgo de encontrarse con las puertas, que ya están bloqueadas, y vamos poniendo remiendos a las cosas según vemos su peligro para ella. Su habitación ya está mas o menos colocadita, y no como antes, que según Irene y su sinceridad, parecía "un trastero", y poco a poco nos vamos conociendo mutuamente.