Hace ya un año que nos encontramos con Inés Sau, un día lleno de nervios, expectativas, lágrimas de alegría y todo un cúmulo de sensaciones que atesoramos en nuestros corazones. Nuestra familia estuvo pendiente en todo momento de nosotros, a los que íbamos informando mediante mensajes, emails y llamadas telefónicas de nuestros avances y logros.
Lo cierto es que esos primeros días fueron tan intensos que tengo los recuerdos un poco mezclados en la cabeza, la sensación que mas tengo presente era la de tener a Inés constantemente pegada a mí, y que no había forma que la cogiese nadie más, y la falta de sueño al tener que darle el bibi cada dos horas.
Un año en los que ha habido grandes cambios en nuestra vida, los horarios, la guarde, pasar las tardes en el parque o de paseo con ella, sus descubrimientos, ver cómo empezó a andar o sus primeras palabras. Ahora está en la fase del “no” y toda mandona, diciendo “aquí” cuando quiere jugar con nosotros a la pelota o con los puzles, y si la dices que en ese momento no puedes jugar con ella, pasamos a la fase “perreta-me-tiro-en-el-suelo-y-me-enfado”.
Lo cierto es que, fuera de momentos puntuales, es una niña muy buena y cariñosa, comilona, y le encanta que la achuchen y la den besitos y abrazos. El año pasado dimos a la abuela Manoli el mejor de los regalos de cumpleaños, y este año pasaremos la tarde juntos para celebrar este primer aniversario de nuestra nueva vida.
Hasta pronto.
Muchas felicidades por este primer año.
ResponderEliminarBesos