Un día con Inés

El día con Inés empieza tempranito, a las 8, ya sea lunes, sábado, o domingo, suele estar despejada y pidiendo juegos, algún día que se le han pegado las sábanas todo ha estado tan trastocado que es mejor que madrugue, a pesar que a los papás los fines de semana nos gustaría dormir mas.

Por la mañana intento intercalar momentos de juego con el carrito, porque se cansa, pero es la única forma de hacer las cosas de casa, luego está el momento aseo-vestirse que no la gusta nada y nos peleamos para ponerla la chaqueta o el abrigo, porque tampoco la gusta mucho. Salimos a pasear por el barrio, a hacer recados, en muchas tiendas la conocen y la llaman por su nombre.

Ella desde su carrito lo observa todo, muy seriecita, cuando estamos paradas en un semáforo, sigue los coches pasar como si estuviese en las carreras, y su postura en el carrito, es echada para delante con las manos extendidas, y cotilleando todo y a todos, mi hermano la llama Super Inés.

Cuando subimos a casa, le doy su comida y esto es un número, se tira a la cuchara, eso sí cuando dice que ya no quiere mas, es de ideas claras, no hay forma de darle nada más.

Luego nos volvemos a pelear para que duerma la siesta, en la cual, levanta de vez en cuando la cabeza para ver si está alguien cuidando de ella, y hay que decirle "a dormir, Inés", unas cuantas veces y rezar para que coja el sueño otra vez, porque es el único rato de tranquilidad.

Luego paseo, parque, columpio, y ver a todos los niños que se acercan a verla y decirle cosas.. Después baño, que por fin le gusta, su bibi sagrado de las 8 de la tarde y nueva pelea para que se duerma, porque da cincuenta vueltas antes de dormirse, y parece una prisionera en su cunita, cuando aporrea los barrotes o se pone de pie con carita de pena y lágrimas de cocodrilo.

Me da mucha pena que esto vaya a durar tan poco y nos haya cogido el principio del invierno, porque dentro de poco hará frío, y los días son cada vez mas cortos.. y tendré que empezar a currar en nada. También estamos buscando guarde.

Desde aquí mi protesta a la Comunidad de Madrid ya que al no permite que pidamos para este año la beca de guardería y que no podamos ni siquiera estar en lista de espera para guardes públicas. Luego nos cuentan zarandajas en el IMMF, y ni siquiera tienen en cuenta que un niño adoptado puede llegar en cualquier momento, ya sean los plazos de las convocatorias de becas las que sean.

Y dicho este momento-protesta, me voy a dormir