Dice un proverbio oriental, que estamos unidos por un invisible hilo rojo, a todas las personas a las que un día conoceremos. Nuestro hilo, llegó a tí, unas veces tenso, otras a punto de romperse, a veces tan enredado que costó mucho tiempo deshacer los nudos. Pero, tirando del hilo, despacito, te encontramos. Otros hilos nos unen a personas a las que no concemos, personas a las que damos las gracias por el milagro de tu vida, por cuidarte allá en Vietnam y por hacer que estés para siempre con nosotros.
lunes, 28 de marzo de 2011
Otro gran logro
Hola, soy Inés... Ayer olvidé deciros que ya ando solita, sin agarrarme a nada. Hasta la próxima.
Biennnnnnn!!!!!!!! ya queda menos para verlas a todas de las manos en la maraton!!!!
ResponderEliminarbesos
laura