Por una vez se hizo justicia, en un partido de infarto, donde los holandeses dieron patadas, zancadillas y vieron muy tarde una tarjeta roja, España se impuso con su buen juego y su tesón.
Así que CAMPEONES, y muy merecidamente.
Yo se de uno que allá en Suiza lo pasó muy mal, aunque luego lloraba de alegría.
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